Este
nuevo universo de superhéroes, de monstruos, de fantasmas, de hadas y de otros
amigos, ayudará a tu hijo a crecer y a desarrollar sus emociones y creatividad.
Le ayudará a expresar sus miedos, sus alegrías, sus inquietudes y sus más
profundos deseos. Los niños son conscientes del mundo real, pero a esas edades
todavía les cuesta asimilarlo y aceptarlo tal como es. Por esta razón ellos
crean un mundo donde todo es posible, permitido y solucionado. Es la etapa del
pensamiento mágico de los niños. El amigo imaginario puede ser un osito de
peluche, un soldadito, cosas, animales, etc. Son amigos que pasan a tener vida,
a conversar, jugar y a pelear con los niños.
A través del amigo imaginario los niños:
A través del amigo imaginario los niños:
-
Liberan sus sentimientos positivos y negativos
-
Proyectan sus conflictos, miedos y fobias delante de nuevas situaciones, como
la de tener que abandonar el pañal, ir a la guardería o al parvulario, a
cambiarse de casa, o a tener que enfrentar algún reto o realidad diferente.
-
Adquieren más confianza en si mismo. En su "lógica", si su amigo
imaginario consigue vencer al mal, él también es capaz de hacerlo.
- Se
sentirán más fuertes, y capaces. Y eso favorecerá a su autoestima.
-
Controlarán mejor sus emociones.
-
Entienden de mejor manera el punto de vista de la otra persona, en este caso,
lo de su amigo imaginario.
-
Desarrollan habilidades sociales.
Los
padres y el amigo imaginario del hijo:
Aunque
el mundo y el amigo imaginario de tu hijo parezcan graciosos, no debes
participar, ni estimular, ni tampoco reprimir a los niños para que sigan
jugando y conversando con su amigo. Si tu hijo tiene un amigo imaginario, es
aconsejable que lo observes discretamente, más que nada para sacar de sus
conversaciones con el amigo alguna necesidad o deseo emergente, y saber si su
amigo es bueno o malo. Esta observación te ayudará a conocer mejor a tu hijo.
Jamás le regañes por esta imaginación. Eso puede herirle a tal punto que
evitará charlar con su amigo delante de ti. Controla el tiempo que tu hijo está
con su amigo diariamente.
Conviene
que tu hijo también tenga tiempo para jugar con otros niños, y con sus padres.
Los padres de niños con amigos imaginarios también deben aumentar la vigilancia
hacia el niño mientras juega con su amigo. Deben aumentar los cuidados con las
ventanas y con objetos que ofrezcan algún riesgo. El niño puede desear volar
como superman, y la niña puede creer que puede volar con un paraguas, para
imitar a Mary Poppins.
Cuando
el amigo imaginario se convierte en una preocupación
Cuando
los niños se adentran en este mundo de fantasía e imaginación, los padres solo
tendrán razones para preocuparse si su hijo se agarra al amigo imaginario a tal
punto que lo impida cumplir con sus tareas y compromisos cotidianos, o que vean
que su hijo ya no desea tener amigos reales para jugar y relacionarse. Además,
si notan que el hijo se ha vuelto retraído o ha adquirido comportamiento
agresivo a causa de un amigo imaginario violento, deberán buscar ayuda y apoyo
de un especialista. Situaciones como esas podrían generar otros problemas. Por
lo demás, no existen razones para alarmarse. El niño no sufre problemas mentales,
ni vive situaciones sobrenaturales. El niño está sano. Del mismo modo en que
llegan los amigos imaginarios, se van y desaparecen con el tiempo. Es una etapa
que suele finalizar por vuelta de los 7 u 8 años de edad, cuando el niño tenga
muy desarrolladas las funciones del lenguaje, de la lógica, memoria e
inteligencia.
Se
han hecho muchas observaciones al fenómeno del amigo imaginario. Algunos dicen
que los hijos únicos, que solamente conviven con adultos, son los más propensos
a tener amigos imaginarios, y los utilizan para llenar esta carencia social.
Otros afirman que el fenómeno se da normalmente en los niños más sensibles, con
mayor imaginación y fantasía. Y hay los que dicen que los niños que en la
infancia tiene amigos imaginarios, podrán convertirse en artistas en la edad
adulta. Cada niño es un mundo, y había que vivirlo para saberlo.
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